Origen

Un día del año 1987, Guinard se encontraba en una orgía onírica con Amparo Grisales y Margarita Rosa de Francisco, dos de las mujeres más bellas, exóticas y sensuales de Colombia, por lo sobrecogedor de la faena, lo tumbaron de la cama. Ya despierto y con el coxis maltratado tuvo una visión: se le apareció la Virgen María entre una nube de humo como la que invade los escenarios en los conciertos de rock.

La Virgen le pidió que, para contrarrestar el olor a cadaverina que se respiraba en Colombia, realizara dos obras que mostraran la parte amable, sensual, lúdica y erótica de los colombianos que viven en una sociedad caracterizada por la falta de afecto.

El primer deseo lo cumplió en el año de 1990 cuando publicó El Espíritu Erótico  que fue presentado en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, con el apoyo de Gloria Zea y Eduardo Serrano.  El Espíritu Erótico se realizó con el poeta Jotamario quien hizo una antología con poetas de otras geografías y otras épocas, pues según él, los vates colombianos no le hacen a sus musas, ni siquiera, cosquillas tras las caricias.

Álvaro Chaves Mendoza, director del Departamento de Antropología de la Universidad Javeriana y ex presidente del Instituto Colombiano de Antropología e Historia escribió un ensayo sobre el Erotismo Prehispánico.


Se rindió un homenaje al poeta Raúl Gómez Jattin quien se sintió muy complacido por haber publicado sus poemas de infancia, poemas que él no leía en recitales porque decía que al público no había que agredirlo. Que eran poemas para leer en la soledad. Se sintió muy contento de haber sido comparado con el proteico Zeus pero que hubiera preferido ser comparado con Mercurio el mensajero de los dioses.


Se rindió homenaje a Darío Morales y se publicaron obras de los artistas académicos que trabajaron el tema del desnudo como Epifanio Garay, Francisco Antonio Cano, Miguel Díaz Vargas, Domingo Moreno Otero, Efraím Martínez y José Rodríguez Acevedo. Se publicó obra de Pedro Nel Gómez, Ignacio Gómez Jaramillo y Luis Alberto Acuña y Darío Jiménez, y se vincularon los más importantes artistas plásticos colombianos vivos que habían trabajado el tema del erotismo como Débora Arango,  Fernando Botero, Alejandro Obregón, Enrique Grau, Darío Morales, Carlos Rojas, Luis Caballero, David Manzur, Carlos Granada, Jim Amaral, Ángel Loochkartt, Álvaro Barrios, Omar Rayo, Umberto Giangrandi, Oscar Muñoz,  Ignacio Gómez Jaramillo, Ismael Olabarrieta, Mario Gordillo, Jorge Posada, Edilberto Sierra, Hernán Darío Correa, Flor María Bouhot, David Manzur, Pedro Alcántara Herrán, Jaime Rendón, Rodrigo Salazar, Walter Tello, Carlos Eduardo Serrano, Gilberto Cerón, Jorge Rocha, Gastón Bettelli,  Héctor Rojas Herazo, Octavio Mendoza,  Oscar González Cerón, Demetrio Jiménez, César Santa Fe,  Ivanka Druvofka, Jaime Osorio, Marcos Roda, Edgar Álvarez, Eduardo Emilio Esparza, Filomeno Hernández, Juan Manuel Salcedo, Juan Manuel Lugo, Saturnino Ramírez, Feliza Bursztyn, Hanna Bibliovicz y Hernando Tejada, entre otros.

Para la edición de este libro, Guinard tuvo que empeñar la pierna izquierda de su mujer y rechazar la ayuda de un banquero que le ofreció puesto de cajero automático en Apartadó, un pueblo de la región del Urabá antioqueño perdido e inmerso en la guerra y el llanto.

El segundo deseo lo realizó en el año 2000 cuando Guinard inauguró, en una galería bogotana, en el marco de la I Bienal de Amor y Éxtasis de Bogotá, el Museo Arte Erótico Americano MaReA con una fiesta en la que mostró pinturas, dibujos, aguafuertes y esculturas.

El día de la inauguración del MaReA, en la Galería Iber de Bogotá, actrices y actores del grupo Acto Latino y otros artistas invitados presentaron performancias que despertaron la libido palpitante en medio de humo, luces y panteras adolescentes. Vergardientes y Morboskayas fueron catados por los invitados quienes alegraron su espíritu erótico entristecido a veces por la barbarie cotidiana.

http://www.museoarteeroticoamericano.org/origen.html